El caballero tomó por rapto lo que era sólo protección. Vizcaíno resulta gravemente herido en batalla contra caballero andante El propio caballero también sufre heridas de diversa consideración
ARRIGORRIAGA. Asier Albizua, Abel Justo.- Un vízcaino, que hallábase en misión de salvaguarda de una doncella, resultó gravemente herido en la tarde de ayer al verse atacado por un hidalgo de los de lanza en astillero al confundir su misión con un rapto.
En la tarde del día de ayer, 3 de abril de 1603, en la localidad manchega de Montiel, un caballero ataviado con una antigua armadura y montado en su fiel corcel Rocinante, asestóle un espadazo en el hombro a un vizcaíno, que de no haber sido por su rapidez al protegerse con una almohada del carruaje, hubiérale desgajado hasta la misma cintura. Este respondió con un golpe certero que pillóle desprevenido a Don Quijote, el cual no pudo resguardarse y fue herido en el hombro. Aún así el hidalgo continuó propinando espadazos al maltrecho vizcaíno, siempre en nombre de la doncella Dulcinea del Toboso. Según testigos presenciales, el mencionado caballero no	detuvo la batalla hasta ver al gallardo vizcaíno desarmado en el suelo Estando en esta situación aprovechó para ordenarle que se dirigiera al Toboso a comunicarle a la sin par Dulcinea la hazaña digna de nombranza que acababa de facer. ”Su fiel escudero Sancho Panza advirtióle de que no se trataba de un rapto, sino de una misión de protección, mas el obcecado caballero no hízole caso” acertó a contarnos la dama que estaba siendo protegida, la cual, atónita, no salía de su asombro Como nos han podido verificar fuentes fidedignas, este ataque no es el primero, ni será el último, que este perturbado caballero face efectivo y del cual termina mal parado. Ya en otras	Don Quijote firiendo a su adversario ocasiones -como en las que les exponemos a continuación- ha atacado llevado por la locura: en una ocasión libró de ataduras a unos reos pensando que eran secuestrados; en otra ocasión atacó a ovejas confundiéndolas con ejércitos enemigos... ¿Quién sabe cuál será su próxima hazaña?